4 TIPS DE CÓMO COMENZAR A HACER EJERCICIO

4 TIPS DE CÓMO COMENZAR A HACER EJERCICIO

como comenzar a hacer ejercicio

Muchas veces hemos querido incorporar ejercicio a nuestra rutina diaria, por salud, estética, estrés o porqué es parte de nuestras metas de año nuevo (clásico, no?). Comenzamos con toda la energía, motivación y entusiasmo, incluso pagas la anualidad de un gimnasio o te inscribes en alguna actividad, te compras la ropa adecuada, las mejores zapatillas o algo que te faltaba…Por fin sientes ese empujón para iniciar y lo quieres dar todo.

Solemos partir como caballo de carrera con full foco, la primera semana haces ejercicio a diario y disfrutas lo que haces, lo publicas en tus RRSS, lo cuentas a tus amistades y realmente sientes satisfacción. La segunda semana sigues con la motivación, pero te cuesta seguir el ritmo, surgen otras actividades sociales o tienes mucho trabajo…comienzas a abrumarte. Antes de finalizar el mes empiezas a faltar a las clases y te cuesta cumplir con el horario que habías programado para entrenar, ahí empieza la bola de nieve y cada vez disminuye más la motivación, sientes que el ejercicio no es para ti o que este no es el mejor momento para ejercitar.

Esta situación es bastante recurrente y suele ocurrir cuando el cambio que querías integrar no nace desde lo profundo de tu ser, es decir, no has cambiado tus creencias frente al ejercicio. Estas creencias son neuroasociaciones que no permiten interiorizar ese hábito nuevo, por ejemplo, crees que el ejercicio es solo para cierto tipo de personas o que hacer ejercicio es sinónimo de sudar y sufrir.

Aquí te entregaré 4 tips para que puedas iniciar el ejercicio, hacerlo de forma progresiva y que se vuelva en una actividad que forma parte de tu vida diaria.

creencias
Lo primero que debemos revisar son las creencias que tenemos frente al ejercicio. Por lo que te recomiendo que desarrolles las siguientes preguntas:
    1. ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente con la palabra ejercicio? Anota con detalle cada sensación, emoción y palabra.
    2. ¿Cuál es tu experiencia previa con el ejercicio? ¿Cuándo pequeña hacías ejercicio, a qué jugabas, hacías algún deporte?
    3. ¿Has tenido alguna mala experiencia haciendo ejercicio? (Caída, lesión, episodio vergonzoso)
    4. ¿Crees que tienes la capacidad de lograr tus objetivos o metas a nivel físico?

Una vez que respondas con sinceridad a estas interrogantes, analízalas detenidamente para descubrir la respuesta clave del porqué no logras mantener el hábito de ejercicio. Una vez que la identifiques podrás trabajar en darle una connotación positiva y hacer el cambio de neuroasociación.

porque hacer ejercicio
Ahora, debes entender por qué quieres hacer ejercicio, para así poder plantear tu objetivo de trabajo y que sea tu motivación.
    1. Por salud física y metabólica
    2. Por estética
    3. Por salud mental
    4. Por recreación

Tener claridad de qué estás buscando con el ejercicio te ayudará a no tener falsas expectativas, ser realista y mantener motivación mientras incorporas la disciplina en tus rutinas.

 

plan de trabajo
El tercer tip es la definición de algunas decisiones. Para comenzar a hacer ejercicio debes considerar la definición de algunas alternativas, dentro de amplio abanico de posibilidades.
    1. Algún lugar para entrenar (gimnasio, casa con clases online o aplicación, entrenamiento en parques, entre tantas opciones disponibles)
    2. Asesoría por un profesional o de manera autónoma e intuitiva.
    3. Tipo de entrenamiento que realizarás (hiit, fuerza, Hipopresivos, Crossfit, etc.)
    4. Periodicidad del entrenamiento ¿Cuántas veces a la semana lo harás?
    5. Definición de horario específico ¿En qué horarios y días entrenarás?

Con estas definiciones tendrás un plan de trabajo o estrategia diseñada para cumplir ese objetivo, solo debes cumplir con los días y horarios, mantenerlos como “no negociables”.

respuesta anticipada
Tener respuestas anticipadas frente a posibles situaciones imprevistas u obstáculos que dificulten que puedas cumplir con tu entrenamiento. Puedes planificar respuestas por anticipado para saber cómo actuar cuando sucedan.
    1. Cuando tienes claras tus prioridades y las ordenas, es más fácil decidir qué vas hacer.
    2. El grado de flexibilidad a cambiar horas y días dependerá del grado de compromiso que tengas con el cumplimiento de tu objetivo.
    3. Negociar contigo mismo cuando no está implantado el hábito es parte de un autoengaño.

Estos puntos tienen relación con la capacidad que tienes de actuar con disciplina. En un comienzo no existe o está ligada a la motivación, pero si poco a poco trabajas en ellos, estarás generando una disciplina consistente y cada vez se hará más fácil lidiar con los obstáculos que se presenten.

  • Debes trabajar tus creencias erróneas frente al ejercicio y realizar nuevas asociaciones de placer, bienestar y energía. Toma cada creencia y escríbela en positivo, ejemplo: “no puedo hacer ejercicio”, cámbialo a “mi cuerpo está hecho para el movimiento”, “me canso muy rápido y quedo exhausta”, cámbialo por “el cansancio es pasajero, trabajaré a mi capacidad y obtendré mucha energía y vitalidad”, “no tengo tiempo” cámbialo por “mi cuerpo y salud son mi prioridad”. Lee tus creencias nuevas de manera diaria, léelas con convicción y seguridad, verás cómo estarás trabajando nuevas neuroasociaciones en tu cerebro y al mismo tiempo alimentando tu amor propio.
  • El movimiento es la esencia de nuestro cuerpo. Hacer ejercicio con cualquier objetivo es muy válido, pero debes considerar que es un trabajo a realizar de manera continua y permanente. No existe las soluciones rápidas y mágicas que sean efectivas. Lo único que te entregará resultados es la constancia y compromiso contigo misma.
  • Diseñar y planificar te entrega los lineamientos para avanzar de manera clara y precisa, no dejando nada al azar. Así será más sencillo hacer lo que dijiste que harías y no te dará tiempo o razón de procrastinación.
  • Anticiparte a los hechos te permitirá controlar situaciones imprevistas que podría arruinar tus planes. Al tener calculado cada detalle, nada ni nadie hará que tú puedas dejar tu entrenamiento.

Cuando tienes claridad y determinación, tu actuar será congruente con lo que piensas, sientes y quieres. Trabajar desde lo interno es lo más efectivo para hacer cambios reales y duraderos. Ahora que ya tienes conocimiento y un plan, solo debes ponerlo en acción, porque el conocimiento sin acción no consigue resultados.

 

Puedes leer otro post de mi blog para crear esa disciplina inquebrantable

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